Los alumnos del curso de danza antigua que se imparte en el Museo de Historia de Cataluña, con la profesora especializada en la materia Anna Romaní, han estado trabajando sobre el repertorio transmitido por Thoinot Arbeau en su tratado “Orchesographie” (1589), sumamente esclarecedor en lo referente a los géneros de danza y su relación con la música.
La exhibición de los alumnos y el baile con el público se realizará, como no puede ser de otra manera, al son de la música en directo interpretada por los ministrers de la Companyia Xuriach. La actividad tendrá lugar el próximo 5 de diciembre a las 17:30 en el Museo de Historia de Cataluña.
La danza es el arte efímero por definición. A pesar de los múltiples intentos de descripción y fijación por escrito que se han desarrollado a lo largo de la historia, el principal sistema de transmisión ha sido por medio de la oralidad. Los primeros tratados de danza en Occidente no aparecen hasta mediados del siglo XV en Italia, y las primeras representaciones con signos coreográficos las encontramos en Cataluña poco tiempo después.
Ya desde la Edad Media se sabe que se bailaban carolas (danzas en ronda) y farandolas (danzas en fila). Arbeau en su época las denominó branles , y se bailarán diferentes variantes: simples, dobles, irregulares, con pantomima… También bailaremos danzas de procesión o avance como las alemandas, las pavanas, las alegres gallardas y las famosas bajas danzas, la danza noble por excelencia.
La danza del Renacimiento, si bien es plenamente heredera de las formas medievales, se ajusta a las estéticas humanistas a través de una verdadera revolución: los trovadores de danza se transforman en maestros de danza, se elabora una firme teoría estética del baile basada en la proporción y la medición, y así se crea un primer sistema de notación coreográfica.
Anna Romaní i Carles Mas