Participación en la inauguración de la exposición “Indianas 1736-1847. Los orígenes de la BCN industrial” (MUHBA)

El pasdo viernes 18 de mayo de 2012 Xuriach participó a la inauguración de la exposición “Indianas 1736-1847. Los orígenes de la BCN industrial” en el MUHBA.

La participación consistió en una pequeña conferencia y una muestra de la presencia de la música y la danza en ese periodo, y un pequeño taller en el que participó el público:

  • Como muestra se presentó la re-estrena de la Mantuana (reconstrucción de Carles Mas), ballet del segle XVIII, dentro de la tradición secular de los ballets del Renacimiento, que utiliza el vocabulario de danza de los mestros del s. XVII. El maestro Olivelles de Barcelona transmitió al su alumno Faust de Potau.
  • También se bailaron los Minuetos 26 i 27 (coreografia d’Anna Romaní a partir de los tratados de Ferriol i Buxeraus,1745). Durante el primer tercio del siglo XVIII vemos com avanza con rapidez la acaparadora llegada de la danza a la francesa. A las clases benestants, se dejan de lado los géneros del s. XVI y del s. XVII (pavanas, villanos, folias y sardanas…) y en los palacios y en los salones solo se bailan minuetos y contradanzas.
  • Finalmente Xuriach invitó a bailar a todos los asistentes Salta Caterineta, contradanza que ilustra la llegada, con la moda de la danza a la francesa, de una nueva concepción del espacio colectivo y del espacio de la danza, marcados por una nueva urbanización y unos nuevos códigos de desplazamientos (urbanos, sociales y coreográficos). La Salta Catarineta és una contradanza de las que se bailaron en Barcelona en los saraos de carnaval del año 1767. La moda de la contradanza perdurará durante todo el siglo XVIII y el XIX, vehiculada por las contradanzas organizadas en tandas, com los Rigodons, los Llancers o los Balls de Gitanes y las Bolangeres. Todavía hoy muchos bailes populares y de moda integran el dispositivo coreográfico de las contradanzas.

Una col·laboració excelente entre el MUHBA y Xuriach que hizo que la Plaça del rei, completamente llena, se convirtiera en un espacio de disfrute de la danza com lo fue entonces.

Imatge